A los esteroides, la hormona de crecimiento y a los anabolizantes se ha añadido otra sustancia para inflar los músculos, el Sinthol, un aceite conocido por el uso que los atletas le dan antes de una competición para dar un aspecto brillante a sus cuerpos.
En la actualidad algunos culturistas se lo inyectan para aumentar los músculos, algo que puede resultar muy peligroso para la salud. Cuando se inyecta directamente en el músculo, esta sustancia provoca un abultamiento antinatural y desproporcionado del mismo, pero sin un aumento real de la masa muscular.Al inyectarlo, el cuerpo se deshace sólo del 30% del aceite, mientras que el resto permanece dentro por un periodo de aproximadamente cinco años.
Los efectos secundarios son muchos, entre otros un mayor riesgo de trombos, quistes y parálisis de las fibras musculares. También puede ocasionar la parada cardiaca en aquellos casos en que por un error en la inyección la sustancia entre directamente en la circulación sanguínea. El aceite que se inyecta con el Synthol puede convertir esta práctica en peligrosísima, ya que conlleva a la atrofia muscular en el mejor de los casos.
Es una sustancia muy peligrosa y dañina para el organismo. Su utilización para aumentar los músculos por meras razones estéticas es un riesgo innecesario que no debes correr bajo ningún concepto.